domingo, 17 de febrero de 2013

SOLEDAD E INCERTIDUMBRE

Describe el etnólogo Marc Augé-1994- que hoy pululan los no-lugares que, en contraposición con los lugares, son espacios donde no hay historia, no hay relación personal en el sentido social del término; habrá muchedumbre pero no hay re-unión. Se trata de una imposibilidad de re-conocernos: es la solitud de Malreaux, nos encontramos solos en la multitud (1933). Así se practica, paradójicamente, el ejercicio social de la soledad en los locales de juegos en red, en donde encontramos casilleros separados para cada persona, en las discotecas, en los shoppings y en tantos otros lugares. Las plazas están vacías de chicos. Por qué? Porque en ellas hay juegos como tales, necesitan ser compartidos; en cambio, en los locales de juegos de red hay computadoras personales. En las discotecas, grupos de chicas y muchachos bailan por separado; a su vez el grado de decibeles impide una real comunicación: están solos aunque se ilusionen creyendo que están juntos. Los shoppings, como los define Umberto Eco(1984), son la "estrategia de la ilusion": todo está al alcance de todos, pero en realidad solo lo pueden adquirir unos pocos privilegiados. Peor aun, son los no-lugares, que eliminan cualquier posibilidad de solidaridad: si alguien está tendido en el suelo vienen "los de seguridad": de necesitado pasa a ser peligroso. Asistimos a otro no-lugar:InterNet. Asumiendo que es el avance tecnológico mas importante del ultimo siglo, hay que advertir que en terminos de comunicación, es una ficción, ya que sin presencia fisica no hay relación humana en el sentido social del término. El chateo es un nuevo ejercicio de la soledad, ya que estamos realmente juntos cuando podemos mirarnos, tocarnos, pelearnos y reconciliarnos en un abrazo.
Para el mencionado imperio, temeroso de la solidaridad, la major forma de que la gente no la practique es "producir"-construir- personas solitarias y, en consecuencia, no solidarias. Así, el gran peligro del no-lugar es pasar al no-yo porque la única forma de construir la yoidad es a través de la otredad.
Yo no soy el otro pero necesito al otro para ser yo, Levinas (Aubrol,1990)

La Dignidad del otro       Paco maglio
pag. 18