Dijo, entonces, un abogado. Pero, ¿qué nos decís de nuestras Leyes,
maestro?
Y, no
obstante, gozáis más violándolas.
Como los niños que juegan a la orilla del océano y levantan, con constancia, torres de arena y, con
risas, las destruyen luego.
Pero, mientras construís vuestras torres, el océano trae más arena a
la playa.
Y, cuando las destruís, el océano ríe con vosotros. En verdad, el
océano. ríe siempre con el inocente.
Pero, ¿aquellos para quienes la vida no es un océano y las leyes de
los hombres no son castillos de arena.
Sino para quienes la vida es una roca y la ley un cincel con el que la
tallarían a su gusto?
¿Qué del lisiado que odia a los que danzan?
¿Qué del buey que ama su yugo y juzga al alce y al ciervo del bosque
como descarriados y vagabundos?
¿Y la vieja serpiente que no puede librarse de su piel y llama a todos
los demás desnudos y desvergonzados?
¿Y de aquél que llegó temprano a la fiesta de bodas y, cuando está
cansado y harto, se aleja diciendo que todas las fiestas son inmorales y los
concurrentes violadores de la ley?
¿Qué diré de ellos sino que están también a la luz del sol, pero dando
al sol la espalda?
Ven sólo sus sombras y sus sombras son sus leyes.
¿Y qué es el sol para ellos, sino algo que produce sombras? .¿Y qué es
el reconocer las leyes, sino el encorvarse y rastrear sus sombras sobre la
tierra?
Pero a vosotros, que camináis
mirando al sol, ¿qué imágenes dibujadas en la tierra pueden conteneros?
Y si vosotros viajáis con el viento, ¿qué veleta dirigirá vuestro
andar?
¿Qué ley humana os atará si rompéis vuestro yugo lejos de la puerta de
las prisiones de los hombres?
¿Y quién es el que os llevará a juicio si desgarráis vuestro vestido,
pero no lo dejáis en el camino?
Pueblo de Orfalese, podéis cubrir el tambor y podéis aflojar las
cuerdas de la lira, pero ¿quién ordenará a la alondra del cielo que no cante?
(جبران خليل جبران بن ميخائل بن سعد Ŷibrān Jalīl Ŷibrān ibn Mijā'īl ibn Sa'd
Bisharri, Líbano, el 6 de enero de 1883 - 10 de abril de 1931