jueves, 21 de julio de 2011

LA GRADUACION

Durante los tiempos del Japón feudal vivió un celebrado maestro Kendo quien, en cierta ocasión, decidió poner a prueba las destrezas de sus tres mejores descípulos. Así, los condujo uno a uno a un viejo templo cerca de las monatañas y les habló de este modo: "Cada uno de Ustedes ha estudiado bajo mi supervisión durante muchos años, ahora es tiempo de demostrar que mis enseñanzas no han sido en vano. Allí, en aquel templo les aguarda la prueba final, si acaso logran superarla, entonces habrán obtenido la graduación"
En el interior del templo el maestro había ocultado cuidadosamnete a cuatro bravos samuráis armados con cachiporras y con la instrucción de arrojarse a cualquiera que pretendiera ingresar al templo. El primer discípulo, según las instrucciones de su maestro, ingresó en primer lugar y antes de que sus ojos pudieran acomodarse a la luz fue sorprendido y golpeado por el samurai. El maestro dijo "Lo siento pero no has podido graduarte". El segundo discípulo que ingresó al templo, en cambio, logró detectar la presencia del samurai y esquivar su ataque saliendo del templo visiblemete satisfecho y triunfante. Pero nuevamente, el maestro le dice "Lo siento, pero no has podido graduarte". Por último, el tercer discípulo fue conducido por su maestro al templo y lo instruyó sobre la prueba que debía sortear. Y antes de ingresar, el discípulo le dijo:
     -Venerable maestro, el rito prescribe que el discípulo solo puede ingresar al templo precedido de su maestro. De modo que si Usted lo permite, ingresaré sólo tras sus pasos.
     -A lo cual el maestro replicó:
     -Tú, sí, que has aprendido todo lo que te he enseñado.

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